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Iberdrola deberá trasladar la central que pretendía excavar en los cañones del Sil

El ministerio aconseja ubicarla fuera de la Ribeira Sacra, pero la empresa sólo moverá una parte

SONIA VIZOSO - Santiago - 22/08/2007

El proyecto de Iberdrola para excavar los cañones del Sil y abrir en sus entrañas una central eléctrica ha provocado el rechazo de todas las administraciones y colectivos consultados por el Ministerio de Medio Ambiente. El Gobierno admite que las obras "podrían tener efectos ambientales" en áreas protegidas y en "el paisaje y carácter" de la Ribeira Sacra, por lo que ha planteado a la empresa que busque "alternativas al exterior de estos espacios naturales". La eléctrica, sin embargo, mantiene el proyecto y afirma que sólo está estudiando mover parte de las instalaciones.

Iberdrola está dispuesta a mantener con la Administración un pulso hasta el final para que su proyecto de excavar los cañones del Sil siga adelante. La compañía prevé invertir 270 millones de euros en una central de bombeo, que llevaría el agua del río a una balsa ubicada a 800 metros de altura para luego dejarla caer por gravedad, turbinarla y producir electricidad. Para explotar así el caudal del Sil, los ingenieros de la empresa deberían construir en este paraje protegido de Parada do Sil (Ourense) un dique sobre las rocas de entre 20 y 40 metros de altura, una balsa de 37 hectáreas para almacenar agua, más de cuatro kilómetros de túneles, una línea de evacuación con diversas torretas y varios viales de acceso.

El Ministerio de Medio Ambiente ha consultado a varias administraciones y colectivos ecologistas para conocer su opinión sobre el proyecto. El informe elaborado por la Consellería de Medio Ambiente fue taxativo. Las obras provocarían la "pérdida definitiva" de castaños, brezales secos y vegetación propia de áreas rocosas y humedales, el "menoscabo" del paisaje, un impacto visual "muy amplio" y 1,5 millones de metros cúbicos de escombros de "difícil" tratamiento.

Las duras críticas de la Xunta, que el ministerio considera "determinantes" para su dictamen final, no han sido las únicas. Según admite el ministerio en una respuesta parlamentaria a la diputada nacionalista Olaia Fernández Davila, todos los consultados "han desaconsejado la ubicación prevista para la central por sus graves efectos ambientales". El departamento que dirige Cristina Narbona ha recomendado a Iberdrola que reforme el proyecto planteando otros emplazamientos "que no afecten negativamente ni a este valioso espacio natural protegido ni al paisaje de la Ribeira Sacra".

El ministerio "ha sugerido" también a la empresa eléctrica que estudie "nuevas alternativas de ubicación a la localización prevista para el depósito, el parque de alta tensión y la línea eléctrica" que no afecten a áreas protegidas "ni al paisaje e identidad de la Ribeira Sacra". Todas estas recomendaciones fueron remitidas a Iberdrola desde el Gobierno central el pasado mes de junio. La compañía deberá ahora rediseñar el proyecto y, sobre esta reelaboración, Medio Ambiente emitirá su dictamen definitivo.

Iberdrola no tiene intención, sin embargo, de construir su central de bombeo fuera de la Ribeira Sacra. Javier Zalbidea, portavoz de la compañía, aseguró ayer a este periódico que la eléctrica trabaja ya en las modificaciones que introducirá en la proyecto para intentar salvar los reparos ambientales planteados por los organismos y colectivos consultados por la Xunta. Estos cambios sólo afectan, no obstante, a la ubicación de la balsa desde la que se lanzará el agua para producir electricidad.

El impacto local

Zalbidea asegura que las recomendaciones que ha recibido Iberdrola del Gobierno únicamente se refieren al emplazamiento de este depósito y que ya trabaja "con técnicos de la Xunta" para buscar una localización "más acorde". El representante de la eléctrica insiste en que el resto del proyecto, que incluye una excavación en los cañones del Sil, se mantiene "igual".

El pronunciamiento definitivo del Ministerio de Medio Ambiente sobre la central proyectada en Parada do Sil no se conocerá hasta que este departamento no concluya todos los trámites para la evaluación ambiental de las obras. La decisión del Gobierno tendrá un impacto importante en un municipio de apenas 800 habitantes. El alcalde, el socialista Francisco Magide, pide que se analice "con el mayor rigor posible" la actuación y que sólo se rechace si es una "atrocidad". El regidor propone construir varias balsas pequeñas en vez de una grande, usar los escombros de la excavación para ejecutar el dique, esquivar las áreas incluidas en la Red Natura y dejar "todo enterrado" para que no se vea. El ayuntamiento calcula que la explotación en el Sil le reportaría a sus arcas un millón de euros anuales.

Veto a otra presa en el Avia

La Consellería de Medio Ambiente ha emitido un informe negativo sobre el proyecto presentado por la empresa Proener Ibérica Energías Renovables, SA para construir un aprovechamiento hidroeléctrico en el río Avia, a su paso por los municipios de Leiro y O Carballiño. La Xunta cree que esta minicentral pondría en peligro a la fauna del cauce y a los bosques protegidos que lo rodean.

La actuación, que tramita el Ministerio de Medio Ambiente por estar situada en la cuenca Miño-Sil-Limia, incluye la ejecución de una presa para crear una zona de aguas embalsadas de casi kilómetro y medio de longitud. Esta intervención, explica la consellería, haría desaparecer las corrientes y la profundidad que propician la presencia de salmónidos.

El informe de la Xunta advierte al ministerio que la inundación de los márgenes destruiría además 2.600 metros de bosques protegidos y se pondría en peligro la fauna acuática y animales como la nutria. La velocidad de entrada de agua prevista "excede los valores recomendados" por lo que podría arrastrar peces y el "insuficiente" caudal para la escala dificultaría el paso de especies migratorias como el salmón, el sábalo o la lamprea.

La consellería recuerda, con todo, que "la última palabra" sobre el futuro de este salto la tiene el Gobierno central.

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