ENTREVISTA: JUAN RAMÓN GONZÁLEZ VELASCO Presidente de la Sociedad Española de Catálisis
ENTREVISTA: JUAN RAMÓN GONZÁLEZ VELASCO Presidente de la Sociedad Española de Catálisis
JUNE FERNÁNDEZ - Bilbao - 30/07/2007 EL PAIS
El catedrático de Física de la UPV, Juan Ramón González Velasco, ha sido nombrado recientemente presidente de la Sociedad Española de Catálisis (SECAT). Desde este organismo, empresas e investigadores intercambian experiencias para desarrollar el uso y las aplicaciones de la catálisis, proceso que acelera la velocidad de las reacciones químicas. González Velasco (Erandio, 1953) ha sido vicerrector de Investigación de la UPV, decano de la Facultad de Ciencia y Tecnología, y secretario de la Asociación Internacional de Sociedades de Catálisis. El grupo de investigación que dirige se centra en controlar y reducir la contaminación que generan los procesos químicos y, entre otras líneas, desarrollar pilas de combustible de hidrógeno.
Pregunta. Los catalizadores vienen de fábrica en los coches de gasolina. ¿Qué hay que mejorar?
Respuesta. Los catalizadores transforman los componentes del motor en compuestos no contaminantes. Los de gasolina están ya muy desarrollados: eliminan el 99% del monóxido de carbono, el 98% de los hidrocarburos y más del 85% de los óxidos de nitrógeno. El reto es desarrollarlos también para coches diésel, lo que es más complicado.
P. ¿Qué otras energías podrán sustituir a un petróleo cada vez más escaso y caro?
R. Los combustibles alternativos tipo bioalcoholes, así como los biocombustibles, que aprovechan residuos vegetales, son más limpios, pero exigen disponer de una cantidad inabarcable de recursos: habría que cultivar toda la Tierra. La opción más factible son las pilas de combustible de hidrógeno. La dificultad es cómo transportar el preparado de hidrógeno o cómo hacer que la reacción se dé dentro del motor del coche. Además, habrá que mejorar el rendimiento de estos motores, porque siguen siendo menos potentes que los tradicionales. Por el momento, habría que usar vehículos híbridos consumiendo, por ejemplo, hidrógeno en las ciudades y gasolina en carretera. Tal vez en 50 años los coches de hidrógeno estén ya consolidados.
P. ¿Qué hay de la energía nuclear?
R. La clásica, la de fisión, no es socialmente aceptable por la toxicidad que genera. Pero la energía nuclear de fusión se acabará imponiendo. Ésta genera a partir de moléculas pequeñas de hidrógeno moléculas de helio más grandes, que no son nocivas. Pero hay que hacer una labor importante de información para que la gente deje de oponerse sistemáticamente a todo lo que suena a energía nuclear.
P. ¿Hay voluntad en las empresas y la industria petrolera para implantar estas alternativas?
R. Que existen conflictos de intereses y reticencias para afrontar cambios es obvio. Pero las petroleras tendrán su hueco, porque el compuesto inicial del hidrógeno será un producto petroquímico. Y en las empresas se ha avanzado mucho debido a la presión legislativa, el mayor control social y que los nuevos directivos están más concienciados.
P. La ciudadanía recicla cada vez más pero sigue habiendo muchos residuos plásticos.
R. Los peores plásticos, los que contienen cloro o PVC, prácticamente se han dejado de utilizar. Hay que avanzar en su sustitución por materiales más renovables y abordar políticas de reutilización.
P. ¿Estas prácticas son suficientes para frenar el cambio climático o hay que reducir el consumo?
R. Así como los gobiernos tienen que aceptar los límites de emisión que marca el protocolo de Kyoto, pretender reducir el parque automovilístico es una utopía. Nadie quiere limitar su calidad de vida prescindiendo del coche. Con fuentes de energía alternativas se puede mantener o incluso mejorar el nivel de vida actual. Como el CO2 es un gas que se emite siempre que se quema algo, las soluciones son mejorar los procesos de combustión o no quemar. Lo segundo se conseguiría usando pilas de hidrógeno. Otra opción es reducir el CO2 ya emitido a la atmósfera captándolo y sumiéndolo en minas agotadas.
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