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Arctica

AÑO POLAR 2007

Antartica: A year On Ice

El siguiente video está realizado por Anthony Powell, son imágenes de la base McMurdo y de la escocesa.

Blog: www.frozensouth.com
Photos: www.antarcticimages.com

http://www.youtube.com/watch?v=TemK6CF6lF0

El Ártico canadiense y sus 94 mayores islas

El Ártico canadiense y sus 94 mayores islas

El archipiélago del Ártico de Canadá, que conecta con el norte del país y que tiene 94 grandes islas y más de 36 000 de menor tamaño, es la zona que puede verse en la imagen.

La isla de Victoria (en el centro y mitad inferior de la imagen), situada entre la frontera de Nunavut (al este) y los Territorios del Noroeste. Nunavut (que desde 1999 están reconocidos oficialmente), es el territorio más grande y nuevo de los tres que tiene Canadá. Con unas dimensiones de 217.291 kilómetros cuadrados, es casi tan grande como Gran Bretaña, se trata de la 2ª mayor de este país, y la 9ª del mundo.

La isla tiene varias penínsulas, incluida la península de Storkenson (la zona de tierra rectangular del centro). A la izquierda de la cual, en color blanco, cubierta de hielo, está la bahía de Hadley

La zona llena de agua y hielo al norte de la isla Victoria es Melville Sound. La isla de Melville (en la esquina superior izquierda) allí están algunas de las montañas más grandes del oeste del Ártico Canadiense. La mitad occidental de la isla pertenece a los Territorios del Noroeste, mientras que la mitad oriental pertenece a Nunavut.

Esta imagen del satélite Envisat fue captada con el Espectrómetro de Imágenes de Resolución Media (MERIS en sus siglas en inglés). Fuente :ELPAIS.

El Ártico, en la parte noroeste de Rusia

El Ártico, en la parte noroeste de Rusia

Tundra y pantanos en más de 176 000 kilómetros cuadrados

La región autónoma de Okrug y el helado mar de Pechora, en la imagen. Dicho territorio (que tiene alrededor de 176 000 kilómetros cuadrados de tundra y pantanos) se extiende por toda la costa ártica, y comprende el mar de Barents (en la parte superior izquierda de la fotografía), el mar Blanco (lado izquierdo) y los mares de Kara.

El mar de Pechora se encuentra entre la isla de Kolguyev (la superficie redonda nevada visible en la esquina superior izquierda), al Oeste, y la Península Yugorsky, al Este. La profundidad de este mar no es mucha, unos 6 metros de media.

En el mar de Barents está la isla de Kolguyev, una plataforma bastante profunda, a unos 70 km de la costa. En el extremo suroeste de ésta se encuentra la península de Kanin. Esta imagen del satélite Envisat fue captada con el Espectrómetro de Imágenes de Resolución Media (MERIS en sus siglas en inglés). Fuente: El País

Verano científico en el Ártico 'Hespérides'

Verano científico en el Ártico 'Hespérides'

El buque oceanográfico 'Hespérides' zarpa de Vigo para comenzar la campaña estival española dentro del Año Polar Internacional

P. C. - Vigo - 21/06/2007 (EL PAIS)

El buque oceanográfico Hespérides zarpó ayer (20/6/7)  de Vigo hacia el Ártico para investigar las implicaciones del cambio climático en una campaña estival que se enmarca dentro del Año Polar Internacional (IPY en sus siglas en inglés). Es la primera vez que España participa en este acontecimiento, que ha permitido grandes avances científicos desde su primera celebración (1882-83).

España, con la participación de unos 220 investigadores de 65 centros, colaborará en 19 de los 166 proyectos científicos que desarrollarán hasta marzo de 2009. Los ministros de Defensa, Antonio Alonso, y Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, acudieron a Vigo para despedir al buque, siguiendo una tradición que, en este caso, marca "el inicio de una nueva época en la investigación polar".

Los expertos estiman que este IPY será el más caluroso de la historia debido a las condiciones climáticas que provocará la corriente de El Niño y al efecto invernadero. El programa está concebido como un gran proyecto internacional de investigación científica en el que participan más de 60 países para estudiar, entre otros temas, las consecuencias del deshielo en el Ártico.

El el primer IPY, en el que 12 países colaboraron en la organización de 15 expediciones científicas simultáneas, 13 al Ártico y dos a la Antártida, dio lugar a creación del primer modelo de cooperación y coordinación científica internacional. Ése fue su gran logro. El último IPY, con motivo del Año Geofísico Internacional (1957-58), concitó la participación de 61 naciones y generó importantes descubrimientos relacionados con la abundancia de agua dulce en el Antártico en forma de hielo. Tuvo tanto éxito que propició el Tratado Antártico (1959), que proclamó la Antártida como territorio internacional "consagrado a la paz y a la ciencia".

"La lejanía de los polos contrasta con la cercanía de los efectos de lo que allí ocurre", afirmó ayer la ministra Cabrera en los actos de despedida, en los que también se glosó la "larguísima tradición científica de la Armada", a la que pertenece el Hespérides. El MEC, que coordina el IPY en España, destina más de ocho millones de euros a las investigaciones relacionadas con el evento.

El buque oceanográfico centralizará el proyecto ATOS-Ártico para evaluar el impacto de la rápida pérdida de la cobertura de hielo, consecuencia del calentamiento global, sobre el ecosistema del Ártico. El segundo de sus proyectos, SVAIS, busca reconstruir los cambios que ocurrieron en el lecho marino al suroeste de las islas Svalbard desde el comienzo de la era glacial, hace tres millones de años, a la actualidad, lo que se espera contribuya a comprender mejor los cambios climáticos inducidos por el hombre, actuales y futuros.

Las investigaciones en el Ártico durarán desde finales de julio a mediados de agosto. Además, otros proyectos, financiados por el Plan Nacional de I+D, investigarán los terremotos glaciales y su conexión con los procesos climáticos o los mecanismos de supervivencia de los vegetales en condiciones ambientales extremas

www.ipy.org

El lago que se fue por el desagüe

El lago que se fue por el desagüe

Una laguna de la Patagonia chilena se vacía en pocos días y deja una cuenca con hielo

M. DÉLANO - Santiago de Chile - 22/06/2007

Un lago de origen glaciar, que ocupaba una superficie de 10 a 20 hectáreas y tenía una profundidad de hasta 35 metros, ha desaparecido en pocos días al escurrirse sus aguas hasta el océano. El lago está situado en los fiordos de la Patagonia chilena, en el parque nacional Bernardo O'Higgins, unos 2.000 kilómetros al sur de Santiago.

El hecho fue descubierto por un grupo de cinco guardabosques, que una vez al mes recorren las cercanías en el marco de un proyecto de conservación del huemul, un ciervo austral en peligro de extinción. En marzo vieron el lago de los Hielos, como ellos lo llaman, junto al glaciar Témpano, sin saber que sería por última vez.

En abril no viajaron al lugar y el 27 de mayo, cuando volvieron a ir, los guardabosques se encontraron con la sorpresa de que, en lugar de agua, había una cuenca vacía, con grietas profundas, y los témpanos estaban posados sobre las rocas del fondo y no flotando.

"Nunca antes había sabido de algo así, es impactante. El lago sencillamente desapareció, quedó su lecho seco, y un río torrentoso que era alimentado por sus aguas, de unos 40 metros de ancho, se convirtió en poco más que un charco que se puede atravesar a pie", ha explicado el director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Juan José Romero. La Conaf prepara una misión científica para determinar las causas de la desaparición.

Situado a más de dos días de navegación y caminata de la ciudad más cercana, el lago de los Hielos no aparece en la cartografía de una zona con una geología dinámica y cambiante. El doctor en Glaciología en la Universidad de Bristol y geógrafo Andrés Rivera, del Centro de Estudios Científicos (CESC), señala que estos lagos alimentados por la fusión de un glaciar son muy comunes en la Patagonia. Observando las fotos, Rivera sostiene que lo más probable es que el agua del lago se escurriera hacia el océano en el margen del glaciar o por un túnel.

El nacimiento y muerte de lagos de origen glaciar ha ocurrido antes en la Patagonia y en zonas de los Himalayas y Andes tropicales. Fenómenos como éste no son peligrosos donde hay poca población, pero en zonas habitadas han dejado miles de víctimas. El científico señala que los glaciares patagónicos están retrocediendo desde hace décadas por el cambio climático, aunque el escurrimiento del lago de los Hielos no se atribuye directamente a este proceso.

 

El Pais Entrevista a: MICHAEL STODDART

El Pais Entrevista a: MICHAEL STODDART

 "La Antártida podría ser el origen de toda la fauna marina"

MICHAEL STODDART Fisiólogo y coordinador de programas antárticos

 Yo no busqué a la Antártida, sino que la Antártida me encontró a mí". Quien así habla es el fisiólogo Michael Stoddart, un escocés de 64 años afincado en Australia desde 1985, al que un día el Gobierno de este país ofreció ser el responsable científico de sus programas en el continente helado. Eso le llevó a abandonar sus estudios sobre el olfato de los mamíferos (es autor del libro El mono perfumado) para acercarse a la poco conocida fauna polar. Con el tiempo se ha convertido también en coordinador del proyecto internacional Censo de la Vida Marina Antártica (CAML, en inglés), un ambicioso esfuerzo por estudiar la vida que habita las aguas de esta remota zona del mundo, de difícil acceso buena parte del año. Stoddart habló sobre la vida en los mares polares durante una conferencia invitado por la Fundación Caixa de Catalunya, inaugurando un ciclo que, hasta octubre, analizará los retos más importantes del actual Año Polar Internacional.

Lée más: http://www.elpais.com/articulo/futuro/Antartida/podria/ser/origen/toda/fauna/marina/elpepufut/20070606elpepifut_5/Tes

Descubiertas 585 nuevas especies de crustáceos en aguas antárticas

La gran biodiversidad en las profundidades oceánicas sorprende a los científicos

ALICIA RIVERA - Madrid - 17/05/2007

Tres expediciones científicas realizadas entre 2002 y 2005 en aguas antárticas, sondeando profundidades apenas exploradas hasta ahora, han producido una buena e inesperada cosecha de biodiversidad: 585 especies de crustáceos que eran desconocidas hasta ahora. Un equipo internacional de investigadores viajó a bordo del buque oceanográfico alemán Polarstern hasta el mar de Weddell -al este de la península Antártica y sur de las costas argentinas- y las zonas adyacentes, rastreando las aguas a diferentes profundidades: entre 774 y 6.348 metros.

Los resultados que obtuvieron esos especialistas y que ahora han dado a conocer muestran una inesperada riqueza biológica en aquellas remotas latitudes. "Nuestros hallazgos suponen un reto a la idea de que la diversidad en las profundidades marinas es baja en el Océano del Sur", afirman hoy los investigadores en un artículo que publican en la revista Nature con los resultados de las tres campañas realizadas. A la cabeza de este equipo, integrado por especialistas de varios países europeos y de EE UU, iba Angelika Brandt, del Museo Zoológico de Hamburgo (Alemania), cuyo programa de investigación se llama Andeep.

Desde el Polarstern los expertos lanzaron aparejos de muestreo, redes y equipos de imagen en diferentes puntos del mar, tanto en plataforma continental como en canales, en zonas escarpadas de las profundidades y en los planos abisales. Y sacaron a la superficie crustáceos, esponjas, gusanos, etcétera. Sólo de isópodos -crustáceos de cuerpo aplanado, sin caparazón- analizaron 13.000 ejemplares sacados del mar e identificaron 674 especies diferentes. "De las 76 especies de esponjas que encontramos, 17 eran desconocidas hasta ahora y 37 no se habían visto en esta zona marítima", escriben los investigadores en Nature.

Brandt y sus colegas decidieron navegar en el buque polar alemán, uno de los mejores del mundo, por unas aguas poco estudiadas hasta ahora, sobre todo en las profundidades. Esto explica, en parte, las muchas nuevas especies identificadas.

Los científicos comentan que se conocían hasta ahora bastante bien las comunidades marinas de aguas poco profundas en regiones del continente blanco como la Península Antártica o la Bahía de McMurdo -en el Mar de Ross-, pero apenas se habían explorado las aguas profundas. Alrededor de la Antártida, dicen, las comunidades bentónicas -que viven en los fondos marinos- muestran altos niveles de endemismo, gigantismo, lento crecimiento, longevidad y madurez tardía. De cara al futuro, estos científicos se proponen "continuar los estudios a nivel morfológico y molecular de esta fauna antártica para comprender mejor los procesos evolutivos que han ayudado a conformar estas importantes comunidades".

El continente blanco, y más en este año Polar Internacional que está intensificando la investigación en las altas latitudes del planeta, sorprende a menudo a los científicos. Así por ejemplo, la NASA ha comunicado esta semana que su satélite QuikSat detectó en enero de 2005 fusión de nieve en extensas zonas de la Antártida debido a las altas temperaturas registradas allí en el verano austral. El fenómeno se observó en diferentes zonas pero no se ha repetido ni en 2006 ni en 2007, por lo que los científicos no saben si se trata de una tendencia o fue una situación específica de aquel año. Cuando el agua de las nieves derretidas se volvió a congelar, se formaron extensas capas de hielo.

 

http://www.api-spain.es/Noticias_Noticias.html

El cambio climático también genera vida

El cambio climático también genera vida

REPORTAJE de El País por MANUEL VALIÑO - Madrid - 24/03/2007

Los expertos se muestran sorprendidos ante la rápida llegada de especies colonizadoras a los espacios creados por el deshielo

 

"Son los efectos positivos del cambio climático. La naturaleza utiliza los cambios para volver a generar vida". De esta forma explica Josep-Maria Gili, miembro del proyecto CLIMANT -que estudia las consecuencias del calentamiento global en la Antártida-, qué es lo que está ocurriendo en los fondos marinos del continente helado. Gili y el oceanógrafo Enrique Isla presentaron el pasado miércoles en la sala de prensa del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid las primeras conclusiones de su trabajo. Ambos forman parte del grupo de 40 científicos de 12 países que, a bordo del rompehielos alemán Polarstern, recorrieron durante 10 semanas la costa oriental de la península Antártica. Ahora tienen por delante casi dos años de investigación en el laboratorio para analizar y estudiar las muestras obtenidas durante su viaje.

Imagen de la zona explorada por los científicos, vista desde el rompehielos alemán 'Polarstern'
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Imagen de la zona explorada por los científicos, vista desde el rompehielos alemán 'Polarstern'- CSIC


La expedición surge a raíz del colapso de dos grandes masas de hielo (las plataformas Larsen A, en 1995, y Larsen B, en 2002), que ha creado un espacio antes inexistente de más de 5.000 kilómetros cuadrados y que ha permitido acceder a fondos marinos escondidos bajo una gran capa de hielo durante al menos 1.000 años.

El proyecto, el primero español enmarcado dentro del Año Polar Internacional (IPY, en sus siglas en inglés), tiene como objetivo estudiar lo que los científicos denominan acoplamiento bento-pelágico, es decir, la relación entre el ambiente en el fondo del mar (bentos) y las condiciones existentes en la columna de agua justo bajo la capa de hielo y próxima a la superficie (pelagos).

 

Isla, responsable del proyecto en España, explica que lo encontrado "induce a pensar que las condiciones ambientales son parecidas" en ambas zonas, a pesar del aparente contraste entre una y otra, observable por ejemplo en relación a la temperatura: los fondos marinos, según los investigadores, son sumamente estables -"hace unos 35 millones de años que no ha variado la temperatura cerca del fondo del mar [uno o dos grados bajo cero]"-, mientras que la superficie es "especialmente sensible a cambios en la atmósfera".

"Mucha más vida"

Pero al margen de esa misión principal, los investigadores han descubierto que, tras el desprendimiento de los bloques de hielo, los fondos marinos están ya casi recuperados. Lo que esperaban que llevase cientos de años, se va a completar, según sus predicciones, en pocas décadas. "Nos hemos encontrado con especies colonizando los fondos antárticos de una forma sorprendentemente rápida. Hay mucha más vida de la que esperábamos en tan sólo cuatro años [en 2002 fue cuando cayó el segundo bloque de hielo, el Larsen B]". Se trata de especies colonizadoras, y no invasoras, según afirma Gili, ya que en ese lugar antes de su llegada no había ninguna otra. Los expertos precisan, no obstante, que en cualquier campaña se encuentra al menos una veintena de nuevas especies.

"Estamos ante un experimento natural sobre el efecto del cambio global en los ecosistemas antárticos totalmente inesperado, cuyos resultados podrán ayudar a replantear algunos de los paradigmas sobre el funcionamiento de los ecosistemas polares", explica Isla. Los científicos han observado, además del sorprendente hallazgo, las esperadas grandes extensiones de lecho marino sobre el que el desplazamiento de los icebergs ha dejado un suelo sin evidencia de vida visible.

La aceleración en los procesos de cambio del ecosistema antártico justificaría, en opinión de los expertos, acudir a la zona una vez cada año. Pero las dificultades para que esto ocurra son muy grandes, especialmente las de tipo económico. Sólo en las diez semanas que estuvieron allí, el combustible utilizado, explica Isla, supone un gasto de unos 6 millones de dólares (4,5 millones de euros). Por eso, y a pesar de que tenían previsto volver a finales del próximo año, el equipo ha pospuesto su nueva misión hasta finales de 2009, "coincidiendo con el verano antártico", dice Isla.

En cualquier caso, hasta entonces no les faltará trabajo. Isla espera que las muestras obtenidas ayuden "en el análisis de cómo el cambio climático está presionando ecosistemas especialmente sensibles, así como en el estudio de cómo las plataformas continentales antárticas han cambiado a través de los pulsos glaciares".

Un laboratorio para la humanidad

Josep-María Gili cree que la Antártida constituye un "excelente laboratorio para la humanidad", por la escasa presencia del factor humano, que permite "estudiar el océano tal y como es".

"La retirada de las plataformas de hielo de la zona estudiada nos ha dado la posibilidad de llegar a un lugar en el primer momento de la recolonización", explica Enrique Isla.

http://www.elpais.com/fotogaleria/ecosistema/virginal/3464-1/elpgal/

Un ecosistema virginal

FOTOS - JULIAN GUTT - 26-02-2007

Pez de hielo sin pigmentos rojos de la sangre (hemoglobina) ni hematíes, que permiten que no se congele.- JULIAN GUTT