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UPC de Terrassa patenta un nuevo material a partir de los residuos del papel

UPC. Una investigadora de la UPC de Terrassa patenta un nuevo material a partir de los residuos del papel. - 15/10/2009

Tiene propiedades únicas: baja densidad, modelable, ignífugo, impermeable, poroso y muy resistente, y podría sustituir a algunos materiales en muchos sectores industriales y productivos.

Margarita Calafell, investigadora del Departamento de Ingeniería Química en la ETSEIAT de la UPC en Terrassa, ha conseguido fabricar un material nuevo a partir del tratamiento biotecnológico de los residuos del papel.

Reciclar papel para obtener nuevamente papel o cartón es algo habitual desde hace años, pero aprovechar los residuos de este proceso, que ya nadie quiere, y fabricar con ellos un nuevo material altamente resistente, versátil y respetuoso con el medio ambiente es toda una novedad. Esto es lo que ha conseguido hacer la investigadora del Campus de Terrassa de la UPC Margarita Calafell, responsable del Laboratorio de Catálisis Enzimática del grupo de investigación ENGIBIO de la UPC.

1 kg de papel, 1 kg del nuevo material

Esta investigadora ha aplicado una nueva metodología biotecnológica, creada por ella misma, con la que ha podido modificar las propiedades químicas y estructurales de los residuos celulósicos que se producen en el proceso de reciclaje del papel. De esta manera ha creado un nuevo material compacto, modelable, ignífugo, impermeable, resistente y poroso que podrá sustituir, en muchos usos, a materiales poco respetuosos con el medio ambiente o que son más caros, como los plásticos, los derivados de la madera o los cauchos. Además, este material se obtiene de la manera más productiva posible, porque por cada kilogramo de papel se extrae un kilogramo del nuevo material, que tendrá múltiples aplicaciones en numerosos sectores productivos industriales.

Sustituto del Pladur y del Poliespan

De hecho, gracias a sus propiedades de resistencia, aislantes, impermeables y de baja densidad, podrá sustituir, por ejemplo, al Pladur, así como a muchos materiales que se utilizan en el sector de la construcción, como tabiques aislantes, placas de insonorización o de falsos techos. Las propiedades modelables del material permitirán también fabricar todo tipo de productos para embalaje, y podría sustituir al Poliespan u otros productos derivados del petróleo.

Metodología muy versátil

El nuevo material ya ha sido patentado por la misma Calafell, con una patente UPC. De hecho, el aspecto más novedoso es la gran versatilidad de la nueva metodología utilizada. La investigadora afirma que con la nueva técnica se puede conseguir modificar las propiedades de todo tipo de residuos que provengan de materias celulósicas (papel), poliméricas (plásticos) e, incluso, del caucho de los neumáticos. Con todo, Margarita Calafell quiere dejar claro que el nuevo material que ha creado no es un tipo de aglomerado, sino un nuevo material
que, por cierto, todavía no ha bautizado que tiene propiedades únicas y uniformes.

Ideas para comercializar el nuevo material

Margarita Calafell ya se ha puesto en marcha para comercializar el nuevo material a través de diferentes vías, como son la creación dentro de la UPC de una empresa derivada, la búsqueda de inversores para fabricarlo a gran escala y el desarrollo de un proyecto conjunto con el Laboratorio para la Innovación Tecnológica de Estructuras y Materiales (LITEM) de la UPC
otro grupo de investigación del Campus de Terrassa, que pasa por la construcción de una planta piloto en la que se pueda empezar a fabricar.

El proyecto de investigación de Margarita Calafell ha sido seleccionado entre 170 proyectos presentados en el IX Concurso de Ideas de Negocio del programa ACC1Ó de la Generalitat de Catalunya, y también ha sido el escogido entre 37 proyectos presentados en el concurso BioEmprendedor XXI, promovido por la fundación Genoma España, entre otros agentes.

Fuente de Datos: Universitat Politè
cnica de Catalunya

La primera antena de telefonía móvil solar

Ericsson y Telecom Italia han unido sus fuerzas para crear una estación base más ecológica y que implicará un menor gasto.

11/07/09.- En la ciudad italiana de L´Aquila (que estos días ha recibido la visita del G8), Ericsson y Telecom Italia están realizando una experiencia piloto que puede resultar clave en el futuro de la telefonía móvil.

Según
Networkworld, se ha puesto en marcha una estación base alimentada con energía solar. Se trata de una estructura con forma elíptica, recubierta con paneles solares flexibles que rodean toda la antena. Al utilizar la energía procedente del sol, los operadores podrán reducir significativamente sus gastos operativos, algo importante ya que los costes de energía pueden suponer hasta un 50% de estos gastos.

Además, la utilización de este tipo de antenas hará que los operadores ejerzan un impacto mucho menor sobre el medio ambiente, reduciendo considerablemente las emisiones de CO2. La antena es compatible con cualquier tecnología: 2G, 3G o LTE.

FUENTE MOVILONIA.com 13 de Julio del 2009

http://www.movilonia.com/actualidad/noticias/la-primera-antena-de-telefonia-movil-solar-11072009.html/20090711.html

Adoquines que purifican el aire contaminado

Adoquines que purifican el aire contaminado

Una ciudad holandesa instalará un novedoso pavimento que filtra los gases de los coches a través de la acción de la luz solar AGENCIAS - Buselas - 07/08/2008

Surge una nueva idea para reducir las emisiones. La ciudad de Hengelo, al este de Holanda, va a probar en una de sus calles un nuevo tipo de pavimento desarrollado por investigadores de la Universidad de Twente (Holanda) que permite purificar parte de la contaminación del aire.

Según asegura la universidad en un comunicado, las pruebas el laboratorio han demostrado que los adoquines fabricados con este novedoso tipo de hormigón transforman las partículas de óxido de nitrógeno (NOx), que emiten los automóviles, en nitratos "inofensivos "*gracias a la acción de la luz solar.

Éstos se limpiarían luego simplemente gracias a la lluvia, explican los investigadores, que han desarrollado el pavimento a partir de un invento japonés. La clave del novedoso material sería la utilización en el hormigón de un aditivo de dióxido de titanio, que además de purificar el aire hace que los adoquines repelan la suciedad y se mantengan más limpios.

El Ayuntamiento de Hengelo va a pavimentar con el invento la mitad de una vía que está siendo reconstruida, mientras que en la otra mitad se utilizarán materiales convencionales. "Midiendo la calidad del aire en las dos partes podremos mostrar la eficacia de los adoquines", señala la Universidad de Twente en su comunicado. Está previsto que las obras en la carretera terminen a finales de este año y que a principios de 2009 se lleven a cabo los primeros análisis. Fuente El País

Europa promete "descarbonizar"

Ocho países participan en un ambicioso proyecto para capturar y enterrar el CO2

La hora de la demostración de si la captura y secuestro de carbono es viable está un poco más cerca. El proyecto europeo DECARBit, en el que participan ocho países (España no está presente), y que contará con un presupuesto de más de 15 millones de euros, es una de las iniciativas más ambiciosas para desarrollar sistemas alternativos de lucha contra el cambio climático.

En un futuro cercano que se prevé dominado aún por combustibles fósiles, la captura y el secuestro de dióxido de carbono, el gas fundamental para el efecto invernadero, son vistos como una solución para conseguir una reducción de las emisiones de las centrales térmicas. Esta reducción podría alcanzar el 20% del total.

DECARBit (abreviatura de descarbonízalo en inglés), que se enmarca dentro del Séptimo Programa Marco de Investigación (FP7) de la UE, está coordinado por el Departamento de Investigaciones Energéticas de Sintef, una organización noruega con amplia experiencia en la investigación de captura de CO2.

Los objetivos del proyecto son claros: se requieren tecnologías que abaraten hasta hacer competitivo el precio de la captura del carbono (se habla de 15 euros por tonelada), y acelerar la puesta en funcionamiento de tecnologías que conduzcan a la creación de 10 o 12 plantas a gran escala para el año 2020.

La captura de carbono puede realizarse a través de tres métodos: precombustión, poscombustión y oxicombustión. Ninguno encierra la receta mágica, y todos cuentan con dificultades técnicas y elevados costes.

En la precombustión, la captura del CO2 se produce antes de la combustión en la central. En la ruta de la poscombustión el dióxido de carbono es separado de los gases una vez que ha sido expulsado, y la oxicombustión implica la quema de gas o carbón con oxígeno puro, lo que crearía un CO2 puro.

DECARBit se centrará en la precombustión. Para ello se separa el carbono del combustible antes de que se queme en las calderas o en las turbinas de gas, que es el paso en que se forma el CO2. Para combustibles sólidos, como el carbón, hay que gasificarlo hasta convertirlo en monóxido de carbono e hidrógeno. El monóxido de carbono se trata con agua para conseguir CO2. Este gas se separa, y es capturado, dejando como combustible el hidrógeno, que tiene la ventaja de que al quemarse produce sólo vapor de agua. En caso de que el combustible sea gas natural, es necesario un reformado catalítico de los hidrocarburos, y a partir de ahí se seguiría un proceso similar.

Después de capturar el CO2, éste se acondicionará para el transporte, teniendo en cuenta la humedad o la separación de trazas de otros compuestos. Habrá que comprimirlo y bombearlo al almacén a través de gasoductos o en barcos. El CO2 sería entonces inyectado en yacimientos de petróleo o gas agotados (o parcialmente agotados, para facilitar la recuperación de petróleo de difícil extracción) o en acuíferos de más de mil metros de profundidad donde podría permanecer miles de años.

Para que esta parte del proceso sea rentable es necesario el desarrollo de tecnologías que se encuentran en un estadio inicial. Así, los principales objetivos de DECARBit serán el desarrollo de membranas, absorbentes o disolventes con mejor capacidad y menor degradación y que tengan un impacto beneficioso en el medio ambiente, operando a altas presiones y elevadas temperaturas, aunque también se estudiarán bajas temperaturas de operación. Otra parte donde se debe mejorar es en la eficacia en la captura del CO2.

Además, se continuará el desarrollo de técnicas de producción de oxígeno, ya iniciadas en el sexto programa marco de la UE, para reducir el coste y el consumo de energía. Igualmente, se impulsarán proyectos que incrementen la eficiencia de la turbina de gas y se continuará avanzando en trabajos acerca de los sistemas de combustión del hidrógeno. La idea es que, una vez que estas tecnologías sean probadas, otras industrias -como la petroquímica o la del acero- puedan beneficiarse del proceso de optimización del oxígeno. Y el paso final es que el desarrollo de estas tecnologías dé lugar a la construcción de 10 o 12 plantas de gran escala, de entre 400 y 800 megavatios.

Las limitaciones a la hora del CO2 capturado son más económicas que técnicas. Nils Røkke, coordinador del proyecto y director de Investigación del Centro de Tecnología del Gas de Sintef, afirma: "El porcentaje factible significa el mejor equilibrio entre el coste y el grado de captura. En el caso de la precombustión es del 85%-90%. El porcentaje del que hablamos no establece un límite técnico sino más bien tecno-económico, debido al consumo de energía que se necesitaría para alcanzar porcentajes mayores".

Para Røkke, la captura del carbono es un recurso indispensable si queremos hacer frente al cambio climático. "Mi instituto comenzó a realizar investigaciones a mitad de los años ochenta, cuando el tema era uno de los más debatidos. Hoy, la captura de carbono es un método seguro del que no podemos prescindir si queremos modificar el efecto de la conducta humana en el cambio climático y tomarnos la cuestión en serio".

En este sentido, Røkke se muestra contundente: la hora de la verdad, y con ella la de la captura de CO2, ha llegado. "El planeta puede adaptarse y sobrevivir a cambios de temperatura, eso ya ha ocurrido con anterioridad. Pero para la humanidad podría suponer variaciones significativas, especialmente para los que como yo vivimos en el norte (más lluvias, tormentas y graves procesos de deshielo) o aquellos que viven en el sur, en países como España, donde la pérdida de la agricultura daría paso a una desertificación y unos veranos de temperaturas insoportables. Creo que hay un creciente consenso entre la población mundial acerca de que necesitamos hacer algo si no queremos afrontar las terribles consecuencias del cambio climático".

Fuente El País, PATRICIA LUNA - Londres - 16/04/2008

Una vacuna inmuniza a los monos contra el Ébola

Uno de los virus con una de las mayores tasas de mortalidad, el Ébola, podría ser controlado si se confirma el éxito de una vacuna desarrollada por el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (EE UU). Los científicos, dirigidos por Anthony Sanchez, han conseguido inmunizar a primates, lo que se considera el primer paso para su utilidad en humanos.

El virus Ébola produce unas terribles hemorragias internas y tiene una tasa de mortalidad que puede alcanzar al 90%. Se transmite por la sangre y los esputos u otros fluidos de los enfermos, por lo que muchas veces, tras los primeros casos, el brote se ceba en el personal sanitario que los atiende, lo que contribuye a su expansión. El descubrimiento significa "que se podrá vacunar a trabajadores sanitarios y personal clave durante los brotes epidémicos", dijo Sanchez.

Además, se espera que la vacuna -una mezcla de fragmentos de ADN del virus con otros factores- sirva para otras fiebres hemorrágicas, como el Marburg

Fuente: EL País (gran noticia) 

Crean una nano-antena capaz de capturar luz

Barcelona. (EFE).- Un equipo de investigadores del Institut de Ciències Fotòniques de Barcelona (ICFO) ha conseguido crear una nano-antena, millones de veces más pequeña que una convencional, capaz de capturar y dirigir la luz emitida por moléculas individuales.

Este hallazgo, con aplicaciones en un amplio rango de dispositivos ultra pequeños utilizados en el campo de la comunicación, aparece publicado en el número de abril de la revista 'Nature Photonics', según ha informado hoy el ICFO.

La nano-antena es capaz de concentrar luz, actuando como un microscopio de alta precisión para visualizar procesos biológicos a escala molecular.

La antena mide tan solo 80 nanómetros (un nanómetro es una millonésima parte de milímetro) y también captura y dirige la emisión de luz por parte de moléculas individuales.

El reto que se plantea tras este hallazgo es idear antenas a escala nanométrica siguiendo estrategias sofisticadas de diseño similares a las antenas convencionales que "adornan" hoy los tejados y las azoteas de las ciudades.

El trabajo de los investigadores del ICFO forma parte de los primeros resultados que ofrece el proyecto 'NanoLight.es', financiado por el programa CONSOLIDER del Ministerio de Educación y Ciencia.

El hallazgo es obra de Tim Taminiau, Fernando D. Stefani y Niek van Hulst, del (ICFO) de Barcelona, en colaboración con Frans Segerink, de la Universidad de Twente (Holanda).

Gen P53, asesino y policía

Es la estrella de los genes, un supergén temido y amado al tiempo, porque de su actuación depende que se desarrollen, o no, algunos de los cánceres más frecuentes. Policía y asesino, a p53 le persiguen médicos, investigadores y grandes laboratorios. Ahora se ha descubierto que también puede influir en el envejecimiento. Es una historia fascinante. Una historia en la que un malo, malísimo, un perfecto asesino, se convierte de repente en bueno, buenísimo, en un magistral guardián del bien. Pero, como el famoso protagonista de Stevenson, sigue siendo al mismo tiempo Dr. Jekyll y Mr. Hyde, a ratos asesino, a ratos policía. También es una historia con un toque calvinista de la que, en algún momento, se desprende la idea de que todo lo bueno esconde su parte de maldad. Y es una historia con suspense, porque en el aire flota un posible premio Nobel difícil de adjudicar. Por si fuera poco, en-globa bajo el mismo techo a dos de los ogros del siglo: el cáncer y el envejecimiento.
Aunque lo parezca, no es un relato policiaco. Es sólo la trayectoria apasionante de un gen, el más famoso de todos los genes, un supergén. Porque p53, que así se llama el protagonista, ha conseguido traspasar la barrera investigadora de genetistas, bioquímicos, biólogos moleculares y médicos, para saltar a los medios de comunicación no especializados.

 

Se le conoce como el guardián del genoma, el policía de los oncogenes, el gen asesino, el gen protagonista y muchas cosas más. Todavía es joven, no ha cumplido aún 30 años, lo que en investigación es una nadería, y por eso sorprende su rápida fama. En 1993 fue declarado “el gen más importante del año” y, desde entonces, no ha hecho más que ganar terreno. Es el único gen al que se dedica en exclusiva un congreso internacional cada dos años. Se le ha estudiado, y se le estudia, en todos los aspectos que puedan imaginarse, y su posible manipulación es una diana codiciada por los grandes laboratorios farmacéuticos del mundo que buscan contrarreloj un fármaco que se perfila cercano.

¿Qué le hace tan fascinante? El investigador Manuel Serrano, jefe del grupo de Supresión Tumoral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que lleva años trabajando en p53, lo tiene clarísimo. “Es un gen clave; por eso es la estrella de los genes”. La explicación de Serrano, como la de tantos investigadores que en todo el mundo se dedican al “gen estrella”, es sencilla: p53 es clave, porque es el gen que con más frecuencia se encuentra mutado en el cáncer.

Para que haya un cáncer p53 tiene que estar inactivado, y lo está en el 55% de los cánceres más comunes: mama, colon, pulmón, vejiga, linfoma. “P53 es un gen que se activa sólo en situación de estrés, cuando hay daño en una célula. Es un detector de situaciones peligrosas, un sensor; por eso se le llama “guardián” o “policía”, porque cualquier alteración que haya en la célula, y hay muchas asociadas al cáncer, lo activa. Entonces, p53 bloquea o mata la célula alterada, impide su proliferación o división celular. En definitiva, imposibilita la propagación de la célula dañada por apoptosis (suicidio celular) o porque la mantiene bloqueada sin dejarla reproducirse”, explica Serrano. Crucial a la hora de prevenir el cáncer, p53 es un gen anticanceroso que en circunstancias normales nos defiende de la enfermedad.

Cuando fue descubierto, en 1979 (su nombre se debe a que la proteína que lo codifica tiene un peso molecular aproximado de 53.000), entró enseguida a formar parte de la lista de los genes malos, los oncogenes o genes causantes del cáncer. Pero, en 1989, pasó a integrar el grupo de los buenos, el de los supresores tumorales que inhiben o detienen la división celular —el cáncer se produce por una acumulación de daños genéticos originados por células que se multiplican sin control—. Pasó que su primera identificación se hizo con una de sus formas mutadas, y nocivas, no con su estado natural.

Esta curiosa doble función puede tener la culpa de que aún no se haya concedido el Nobel a los supresores tumorales, como se hizo en su día con los oncogenes. Quizá porque, como se pregunta Serrano, “¿a quién se lo dan?, ¿a los tres investigadores que descubrieron una versión mutada y pensaron que era un oncogén, o a quien, una década después, se dio cuenta de que era un gen supresor?

¿P53 es igual en todos los humanos? “Sí, en general, pero no es idéntico; hay minúsculas variaciones que tienen un pequeño impacto en su función”, dice Serrano, que añade: “Una cosa es clara: un cáncer no puede existir con p53 funcionando a tope”. Y el investigador señala un hecho importante recientemente descubierto que viene a añadir brillo al gen estrella. “Sabíamos que p53 está relacionado con el cáncer, y ahora se ha demostrado que también lo está con el envejecimiento”. Y es en esta faceta en la que el grupo de Serrano, junto con el de María Blasco, también del CNIO, investiga con notables resultados publicados en Nature.

Su laboratorio ha fabricado unos superratones modificados genéticamente, con más p53, que son más resistentes al cáncer. “Eso era lo esperado, pero la novedad fue ver que esos animales envejecían más lentamente, vivían un poco más. Eso nos hizo pensar que p53 también podía estar protegiendo del envejecimiento. Una forma de explicarlo sencillamente es decir que el daño causado en la célula, del tipo que sea —de alta intensidad, asociado al cáncer, o de baja intensidad, asociado al envejecimiento—, es el responsable de que haya cáncer y haya envejecimiento. Y p53 estaría noqueando ese daño, disminuyéndolo”. En resumen: p53 protege del cáncer, pero también hace que el envejecimiento se retrase.

Así que el famoso gen no sólo es vital para que, haciendo de policía o asesino, nuestro organismo desarrolle, o no, alguno de los cánceres más habituales, sino que, además, si pudiéramos aumentarlo sin contrapartidas perversas, podría ralentizar nuestro envejecimiento. Dos pájaros de un tiro. ¿Se puede hacer? Manuel Serrano sonríe: “¡Es el sueño! Y pensamos que manipulando unos pocos genes podría aumentarse muchísimo la longevidad”.

Hasta llegar a los superratones del laboratorio de Serrano, se había demostrado que ratones manipulados genéticamente con p53 por investigadores estadounidenses estaban protegidos del cáncer, pero envejecían prematuramente. Eso hizo pensar que el beneficio anticanceroso de p53 tenía su contrapartida perversa obligada: más envejecimiento. Pero el equipo de Serrano demostró que sus ratones, además de estar protegidos del cáncer, vivían más tiempo. “De alguna manera”, dice el investigador, “la resistencia al cáncer y al envejecimiento tienen que estar sincronizada. Los ratones, en su entorno natural, para el que han sido seleccionados por la evolución, viven muy poco tiempo: seis meses. Los humanos somos de los mamíferos más longevos, tenemos una de las mejores resistencias al cáncer y al envejecimiento, pero la maquinaria molecular de un ratón y un humano es la misma. Eso quiere decir que en esta maquinaria tiene que haber alguna manera de sincronizar ambas cosas, y p53 podría ser el medio. Si se aumenta la potencia de p53, se está luchando contra el envejecimiento y aumentando la resistencia al cáncer simultáneamente”.

En esta línea, Serrano recuerda que los genomas de un chimpancé y un humano son prácticamente idénticos en el 99,8%. Sin embargo, la vida máxima de un chimpancé es de 60 años y el humano rara vez sobrepasa los 110. La media de un chimpancé es de 40 años, y la de un humano, de 80. “Debe de haber algo muy sutil en nuestros genes que cambia el hecho de vivir 50 años a vivir 100. Entonces, junto con el equipo de María Blasco, nos disponemos a hacer unas manipulaciones genéticas para ver si somos capaces de aumentar la longevidad en los ratones mucho más. Ése es nuestro desafío. Si conseguimos que un ratón que en el entorno privilegiado de un laboratorio llega a vivir tres años pase a vivir seis, sería una prueba de que la longevidad es algo flexible y sabríamos cómo aumentarla”.

¿Manipular el p53 para estar más jóvenes? “Ésa sería otra posibilidad, prevenir o ralentizar el envejecimiento, pero por ahora es sólo una simple posibilidad, aunque se intuye cercana”, dice Serrano. “Nosotros usamos p53, que es la estrella del cáncer, pero la estrella de la longevidad es la telomerasa, y ahora, combinando ambos genes, hemos visto que los ratones viven mucho más tiempo. Pero éste es un proyecto que dirige María Blasco”.

María Blasco, jefa del grupo de Telómeros y Telomerasa del CNIO, lo sabe casi todo sobre el llamado “gen de la inmortalidad”. No en balde, ha sido una de las investigadoras pioneras en el panorama internacional de la telomerasa, una enzima que, cuando se le pone a una célula normal, la convierte en inmortal, ya que se encarga de mantener los telómeros, unas estructuras que están al final de los cromosomas y que con la edad se van perdiendo. Y cuando alguien se queda sin telómeros en las células, no hay división posible de éstas. “No existe vida sin telómeros; si a una especie se le quita la telomerasa, desaparece. Es algo fundamental para la vida y también para la célula tumoral”, apostilla Blasco.

Así que parece obligado preguntar a la bióloga molecular si en esta batalla que tienen emprendida, conjuntamente contra el cáncer y el envejecimiento, es sólo cuestión de ponerle telomerasa a un ratón para hacerlo inmortal. “La respuesta es no, porque la telomerasa hace que haya más cáncer. Para que haya un tumor, tiene que activarse la telomerasa, y si un ratón tiene más telomerasa de lo normal, por ejemplo, haciendo ratones transgénicos, sabemos que tendrá más tumores. Lo que hemos hecho es utilizar los superratones de Manuel, porque el p53 protege del cáncer y alarga en un 18% la vida de los ratones, y si a eso le añadimos el gen de la inmortalidad, la telomerasa, conseguimos que estos ratones multitransgénicos vivan una media de un 50% más, sin cáncer, lo que son palabras mayores. Eso es lo que hemos descubierto ahora”.

Palabras mayores. Porque esta prolongación de vida, de un 50%, en los superratones es la más larga que se ha descrito en mamíferos. Más de lo que se consigue con la restricción calórica, que es uno de los mecanismos más importantes para alargar la vida. “No hemos conseguido todavía hacer ratones inmortales, lo que quiere decir que probablemente haya más cosas, y ése es el siguiente paso. Ésta es la primera vez que se revela un efecto de la telomerasa en la longevidad. En ningún organismo, ni gusano, ni levadura, se había visto; sólo en células”, asegura Blasco, sin ocultar su satisfacción.

Se sabía que la telomerasa es un gen que tiene que ver con el envejecimiento y que, cuando se quita, el organismo envejece antes. “Pero lo que no se sabía, al menos nadie lo había demostrado hasta ahora, es que, cuando se aumenta, también aumenta de forma notable la vida del ratón, que es un mamífero. Y hemos visto que si eliminamos el cáncer y a la vez aumentamos la telomerasa, conseguimos alargar mucho más su vida”, dice Blasco, que añade que en humanos, muy probablemente pasaría lo mismo. “Con seguridad, los dos procesos, cáncer y envejecimiento, han coevolucionado. Nos hace mucha ilusión ir extendiendo la vida en ratones, porque probablemente haya que tocar pocas cosas para cambiarla. Esto no es un mero juego genético; si conseguimos identificar la combinación de genes que alargan la vida de un ratón, podremos pensar en diseñar nuevos fármacos que hagan lo mismo en humanos”.

Los deseos de Blasco son en estos momentos el sueño de cientos de investigadores en todo el mundo, pero sus trabajos pueden parecer todavía muy básicos y alejados de resultados, a corto o medio plazo, para tratamientos oncológicos. Pero no es así. P53 se ha convertido en una de las más perseguidas dianas de los grandes laboratorios farmacéuticos que buscan aceleradamente un fármaco inteligente capaz de actuar en la curación del cáncer. Y ya se perfilan resultados.

En este terreno se hallaría Nutlin, un compuesto activador de p53 (fabricado por Roche) que se está probando en humanos y que entra en el apartado de las llamadas “drogas inteligentes”—está diseñada específicamente, se conoce su estructura tridimensional y cómo activa p53 con todo tipo de detalles—. Pero por el momento es todavía una droga, con problemas pendientes de solución para llegar a la categoría de fármaco, y no se utiliza en tratamientos oncológicos, pero los expertos confían en que podrá hacerse pronto. “La idea al utilizar esta droga, u otras similares, es activar p53 en los tumores donde es funcional pero está dormido”, dice Manuel Serrano, que se declara optimista en cuanto al tiempo que falta para poder usar estos nuevos fármacos.

Un poco más cauto, Miguel Ángel Piris, director del programa de Patología Molecular del CNIO, reconoce que hay diversos compuestos como Nutlin que buscan activar p53 y se encuentran ya en ensayos clínicos para testar su utilidad en pacientes. “Pero una cosa es que en el laboratorio sean útiles para las células, e incluso tumores inducidos en ratones, y otra que tengamos un protocolo razonable para tratar pacientes. Además, los ensayos clínicos con drogas nuevas están muy regulados y requiere bastante tiempo alcanzar datos sólidos que justifiquen su uso clínico”.

Todavía es pronto para hablar de fármacos, pero donde ya se utiliza habitualmente p53 es en el diagnóstico de algunos tumores como el de mama, donde cerca de un 20% o 30% de casos han perdido p53 frente a otros que no.

¿Cuál es el interés de identificar mutaciones de p53? “En muchos casos, porque identifican formas de cáncer que son más agresivas y que posiblemente requieran una terapia distinta, dado que el cáncer progresa más rápidamente y son pacientes que van a tener una respuesta más pobre a la terapia”, afirma Piris, que trabaja en linfomas. “Es un factor de pronóstico, pero no es un factor predictivo. Nos permite identificar a pacientes que van a tener una evolución clínica más agresiva, pero, en la mayoría de los casos, lo que no sabemos todavía es cómo tratar adecuadamente a estos enfermos”.

Los tipos de tumores en los que la mutación de p53 es más frecuente son los de ovario, esófago, colorrectal, cabeza y cuello, y pulmón. Y los pronósticos más desfavorables están asociados a los de pulmón, vejiga, linfomas y sarcomas. Pero Piris, que forma parte de un grupo internacional que acumula datos sobre mutaciones de p53 desde hace casi veinte años (en 500 casos de linfoma han visto que la mutación estaba presente en el 20% de los casos, y eso se correlacionaba con un pronóstico desfavorable), es optimista. “Hasta hace poco, no sabíamos siquiera que existieran mutaciones frecuentes en este gen o qué función tenía en las células normales o neoplásicas. Ahora conocemos más acerca de su función y cómo se inactiva, bastante acerca de la frecuencia de las mutaciones, y experimentalmente cómo se puede bloquear el efecto de esas mutaciones. Espero que en un futuro seamos capaces de recorrer de forma rápida el camino que va del conocimiento a la terapia”.

Dado que el organismo humano está siempre expuesto a daños exógenos, además de los endógenos —en nuestras células hay a veces errores accidentales—, es bueno saber si se conocen agentes externos, como el alcohol, el tabaco, los insecticidas o la contaminación industrial, que faciliten la mutación de p53. “Lo cierto es que tanto el tabaco como la radiación ultravioleta han sido incriminados como potenciales mutágenos de p53. El cáncer de pulmón en los fumadores tiene un patrón característico de mutaciones de p53 que sugiere daño al ADN debido a los efectos de los carcinógenos del tabaco. Un fenómeno parecido se observa en las mutaciones de p53 en los tumores cutáneos atribuidos a la radiación solar”, afirma Piris, que añade sonriente: “Pero si pudiéramos inducir la activación de p53 nativo —no el mutado que ejerce como oncogén—, desaparecería el problema”. Doble juego, asesino y guardián. Fuente: EL País

Guerra a las bacterias resistentes

Europa lanza un proyecto de investigación para desarrollar nuevos antibióticos  MONICA L. FERRADO - Barcelona - 29/05/2007

 

Para vencer al enemigo es necesario conocerlo. Cerca de un 60% de las infecciones que se adquieren en los hospitales se debe a bacterias resistentes a uno o más antibióticos. En el ámbito comunitario, el 80% de los antibióticos que se prescriben en las consultas de atención primaria para tratar infecciones respiratorias no aporta ningún beneficio.

El proyecto se centra en las cuatro bacterias que suponen el 85% de las infecciones hospitalarias

20 laboratorios públicos y privados y más de 50 hospitales europeos participan en el proyecto

A su vez, este abuso conlleva que las bacterias acaben volviéndose resistentes. La batalla contra las bacterias resistentes está abierta. Para vencerlas hay que luchar en varios frentes: diagnósticos eficaces para evitar la prescripción de antibióticos que no son necesarios, sistemas para detectarlas y el desarrollo de nuevos tratamientos para atacarlas.

El proyecto MOSAR es el primero de ámbito europeo que pretende controlar la aparición y propagación de las bacterias resistentes a los antibióticos implicadas en las infecciones hospitalarias, denominadas infecciones nosocomiales. En el proyecto participan cerca de 20 laboratorios públicos y privados y más de 50 hospitales repartidos por Europa e Israel. Van a trabajar en torno a cuatro tipos de bacterias resistentes: el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, los enterococos resistentes a vancomicina, las enterobacterias productoras de lactamasas de espectro ampliado, y las Acinetobacter spp. Entre todas "representan un 85% de las infecciones que vemos dentro del ámbito hospitalario", afirma Jordi Vila, uno de los coordinadores del proyecto y miembro del grupo de investigación en salud pública, epidemiología y salud internacional del IDIBAPS, en el hospital Clínic de Barcelona, donde se coordinarán todas las investigaciones sobre Acinetobacter spp.

Esta bacteria resistente es responsable de cerca del 1% de las infecciones contraídas en las unidades de cuidados intensivos. Aunque no es la que más incidencia tiene (el Staphylococcus aureus se lleva la palma, al ser responsable del 60%-80% de las infecciones), es un germen muy resistente a los antibióticos y con gran capacidad para multiplicarse, por lo que en los hospitales donde entra puede ser la responsable del 10%-15% de las infecciones, explica Jordi Vila. "Es la bacteria resistente con una mayor capacidad de supervivencia y de diseminación, ya que sus necesidades nutritivas son muy pocas; el polvo que hay encima de una mesa le resulta suficiente para alimentarse y reproducirse".

Francisco Álvarez Lerma, médico adjunto del servicio de Medicina Intensiva del hospital del Mar y uno de los coordinadores del Estudio Nacional de Vigilancia de la Infección Nosocomial (ENVIN-UCI), en el que participan más de 70 unidades de cuidados intensivos de toda España, afirma que "la distribución de los diferentes tipos de bacterias resistentes no es homogénea, por lo que se recomienda que cada hospital haga su propia vigilancia". En cuanto a la utilización de antibióticos, según datos del informe elaborado en 2006, y según una media de todas las UCI que han participado, "a un 3,16% de los pacientes se les cambia el antibiótico porque durante el tratamiento generan resistencias".

El objetivo de MOSAR es conocer en detalle las bases moleculares de estas cuatro bacterias y determinar por qué se convierten en resistentes y poder desarrollar nuevas moléculas para tratamientos y para diagnósticos rápidos. El proyecto prevé desarrollar una colección de cepas de todos los países europeos que estará a disposición de los laboratorios farmacéuticos que lo deseen para validar sus estudios y testar sus fármacos y técnicas de diagnóstico.

Según Jordi Vila, "el problema con las bacterias resistentes se ve agravado por el hecho de que el diseño de antibióticos innovadores se ha ralentizado desde hace 20 años. A la industria farmacéutica le interesa más innovar en otros medicamentos. Le interesan más fármacos destinados a enfermedades de alta incidencia, como por ejemplo un antihipertensivo, que invertir en un antibiótico, que te lo tomas tan sólo una semana o 10 días. Para rentabilizar las inversiones que supone el desarrollo de un medicamento has de vender mucho".

En el caso del Acinetobacter spp., "hay cepas resistentes a todos los antibióticos disponibles y que en cambio responden a uno, la colistina, descrita hace 30 años pero que en principio no se utiliza por su alta toxicidad", explica Vila. Este antibiótico estaba fuera del mercado, aunque se ha recuperado porque se ha visto que es el único eficaz ante algunas de estas infecciones por gérmenes resistentes.

Diferenciar bacterias y virus

Es muy común que nos asalten las dudas a la hora de determinar si estamos ante una infección vírica o bacteriana. Ante la duda, se suele prescribir un antibiótico", afirma Carles Llor, médico de familia y coordinador del estudio Happy Audit en España, un proyecto financiado por la Comisión Europea para el uso adecuado de los antibióticos.

En el proyecto participarán 200 médicos de España y se desarrollará en dos fases. En la primera, se recogerán datos sobre la actuación de los médicos (visitas, síntomas de los pacientes, fármacos prescritos). En la segunda, se les informará sobre los métodos de intervención que existen para decidir si es adecuada o no la prescripción de un antibiótico. Lo más novedoso de esta actuación es que se les facilitarán dos sencillas técnicas que podrán aplicar en la consulta para saber si el paciente sufre una infección vírica o bacteriana. Se trata de dos test: el STREP A, un diagnóstico rápido que se aplica en muchos países de Europa, y otro test para la proteína C reactiva en sangre, que con un simple pinchazo en el dedo y en cuatro minutos se obtiene el resultado. "Permiten detectar las bacterias más frecuentes, con lo que se pueden evitar muchas prescripciones no adecuadas de antibióticos", dice Llor.

El proyecto nace de una experiencia piloto realizada en Cataluña con 54 médicos. Los resultados revelaron que antes de la intervención se prescribían antibióticos en el 31% de las consultas. Tras la intervención, un 21%. La reducción fue todavía más significativa en pacientes con infecciones respiratorias de vías altas, como sinusitis y amigdalitis. En estos casos se pasó de un 61% a un 40%.

En 2006 se vendieron en España 56 millones de antibióticos. Es uno de los países europeos más consumidores y el que tiene más resistencias bacterianas.

Una generación en menos de 20 minutos

Las bacterias han aprendido a defenderse de los antibióticos. Son un claro ejemplo de evolución. Si por una mutación genética, alguna bacteria logra sobrevivir al antibiótico administrado, su promiscuidad hace que su reproducción y la transferencia de material genético sea muy rápida. Cada generación de una cepa bacteriana se sucede en menos de 20 minutos. "Hay estudios en hospitales donde se han encontrado brotes incluso en los teclados de los ordenadores", explica Jordi Vila, del hospital Clínic de Barcelona.

Por este motivo, el proyecto también implica estudiar medidas en cuanto a la organización y la estructura arquitectónica de los hospitales, especialmente de las unidades de cuidados intensivos (UCI). "También es importante la relación entre la enfermera y el enfermo. La relación debería ser de uno a uno, para que la misma enfermera no haga de portadora de un enfermo al otro".

Para Francisco Álvarez, la estructura de las UCI es un tema clave. "Todavía hay salas de 10 o 15 pacientes separados por cortinas. Debe haber habitaciones para un solo paciente; se deben poder aislar, disponer de lavabo para lavarse, soluciones desinfectantes y salidas individuales de aire hacia el exterior".

Otro de los problemas es la falta de métodos de diagnóstico rápido, que incluso se puedan llegar a aplicar a los pacientes recién llegados al hospital como prevención. Tan sólo existe una técnica rápida para detectar el Staphylococus aureus, el SARM, un test que permite recoger con una escobilla una muestra de la nariz y obtener resultados en dos horas. Para el resto de bacterias resistentes "se tarda entre tres y cinco días en detectar en un paciente este tipo de bacterias y determinar a qué antibióticos es resistente y a cuáles no", explica Jordi Vila.

Frenar la incidencia de las bacterias resistentes también tiene un importante impacto social. "Se alarga la estancia de los enfermos en el hospital, con todo el gasto que esto supone, ya que la estancia del paciente puede alargarse dos o tres días, además del gasto en antibióticos que no son eficaces", afirma Jordi Vila.

Jerónimo Pachón, presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, afirma que "vamos a tener que acostumbrarnos a vivir y a investigar continuamente sobre las infecciones con bacterias resistentes", porque se trata de microorganismos, seres vivos, que sufren y sufrirán constantemente mutaciones. Añade que "lo que se está haciendo más complejo hoy día es la decisión por parte del facultativo a la hora de tomar una decisión sobre qué antibiótico utilizar".

10 veces mas fuerte que el ACERO hasta 2000MPa

Investigadores españoles hacen un material 10 veces más resistente que el acero

CLEMENTE ÁLVAREZ - Madrid - 30/05/2007

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón han creado un supermaterial capaz de soportar una tensión de rotura de 4.500 megapascales (MPa). Esta resistencia del nuevo compuesto, que será dado a conocer en la revista científica Advanced Materials, resulta extraordinaria, pues supone 10 veces la del acero convencional de construcción, que aguanta 400 MPa, y el doble que el mejor acero ultrarresistente que se utiliza para los puentes colgantes, que llega a 2.000 MPa. Pero es que, además, ensayos anteriores realizados con otros materiales muy similares hacen prever a sus creadores que este compuesto mantendrá también estas propiedades a temperaturas cercanas a los 1.600 grados, cuando el acero deja de servir a más de 700. Es más, según asegura Javier Llorca, catedrático del Departamento de Ciencia de Materiales de la Escuela de Ingenieros de Caminos, la máxima temperatura de trabajo para los materiales estructurales hoy día se sitúa en los 1.200 grados de las superaleaciones de níquel.

"Nosotros nos dedicamos a romper cosas", detalla Llorca en su laboratorio, rodeado de fieltros cerámicos para chalecos antibalas, trozos reventados de blindaje de carros de combate o cañones balísticos que lanzan proyectiles a un kilómetro por segundo contra superficies que luego se usarán en aviones. "Así estudiamos su comportamiento y podemos cambiar su estructura para mejorar sus propiedades", especifica junto a un horno de alta temperatura. Como explica este ingeniero, el nuevo compuesto tiene otra virtud y es que está formado por una mezcla de óxidos: alúmina, circona y YAG. Esto lo convierte en muy duradero, pues no se oxida en procesos de combustión y aguanta, por tanto, mejor la corrosión.

Pequeño y resistente

Para crear este supermaterial, los investigadores han seguido uno de los principios de la nanotecnología: "Lo pequeño nos hace más resistentes". Como recalca José Ignacio Pastor, otro de ellos, las propiedades de los materiales cambian al trocearlos y, como ocurre con los óxidos empleados, se pueden volver mucho más fuertes a la tensión de rotura. El nuevo material desarrollado es una mezcla de cristales de un centenar de nanómetros de sección, lo que equivale a una centésima parte del diámetro de un cabello humano. Los ensayos han demostrado, de momento, una resistencia de 4.500 MPa a temperatura ambiente y es ahora cuando deberán comenzar las pruebas a alta temperatura.

La confirmación de estos resultados en este nuevo material nanoeutéctico, que ha supuesto 10 años de trabajo conjunto en Madrid y Zaragoza, resultaría sumamente interesante para la generación de energía y para los motores de combustión. Como indica Llorca, cuando una central térmica calienta agua para generar vapor que luego mueva una turbina, en realidad pierde mucha energía en el proceso. "El rendimiento en la transformación de calor en energía mecánica es muy malo y no supera el 50% en una central eléctrica; esto quiere decir que en una instalación de 10 megavatios, se generan 10 megavatios y otros 10 se echan al río con el sistema de refrigeración", explica. Lo mismo ocurre en el motor de un coche, en el que se transforma en energía mecánica sólo una cuarta parte de cada litro de carburante que se echa al depósito y el resto se malgasta en forma de pérdidas de calor. "La clave para mejorar estos rendimientos consiste en aumentar la máxima temperatura de trabajo y para eso se necesitan una nueva generación de materiales que aguanten temperaturas extremas, como estos 1.600 grados", especifica Pastor. De esta forma, también se emiten menos contaminantes, ya que al incrementar la temperatura se queman mejor todos los residuos de la combustión.

"Existen dos formas de obtener energía no contaminante, una son las fuentes renovables, pero la otra pasa por el desarrollo de esta nueva generación de materiales que sea mucho más resistente a temperaturas extremas", subraya Llorca, quien explica que el grupo dirigido por el profesor de investigación Víctor Orera, del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (CSIC-Universidad de Zaragoza), se ha encargado de su fabricación y caracterización microestructural y el laboratorio de la Politécnica de Madrid de su caracterización mecánica. El crecimiento de los cristales compuestos de circona, alúmina y YAG se realiza por medio de una técnica de fusión por láser, consistente en concentrar mucha energía en una pequeña preforma con la composición exacta del material. "El siguiente paso será ya su producción a escala industrial", comenta el ingeniero. En principio, los óxidos básicos no son caros, por lo que los investigadores consideran que su precio no tendría que ser mayor a otros compuestos fabricados hoy día.