Detectado un nuevo caso de fiebre aftosa en la granja donde comenzó el brote
El Gobierno trata de evitar una epizootia como la de 2001
EFE - Londres - 06/08/2007
Un segundo caso de animales que podrían mostrar síntomas de fiebre aftosa se ha detectado dentro de la zona de protección alrededor de la granja de Surrey, en el sur de Inglaterra, donde se declaró un primer brote de esa enfermedad, ha informado una portavoz del Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA).
Las autoridades británicas comenzaron el lunes a sacrificar a una segunda manada de ganado sospechosa de padecer fiebre aftosa con el objetivo de erradicar la enfermedad. La Unión Europea respaldó la decisión de Reino Unido de prohibir la exportación de carne y de productos lácteos. Las reses mostraban síntomas clínicos dentro de la zona de protección de tres kilómetros de radio establecida por el Gobierno con miras a evitar que se repita la epizootia del 2001, que causó estragos en el país. Además de esa área protegida, se había delimitado otra zona de vigilancia de diez kilómetros alrededor de la explotación ganadera afectada.
Los signos de anomalías en el ganado se detectaron por los veterinarios de Animal Health mientras realizaban una de las visitas regulares a las granjas situadas dentro de las áreas aisladas. La veterinaria asesora instó a todos los cuidadores de animales a "permanecer vigilantes para detectar signos de la enfermedad". Los expertos han recogido muestras de los animales afectados en este segundo caso de posible fiebre para analizarlas en un laboratorio y confirmar así si se trata de ese mal.
Otra de las medidas adoptadas por el Gobierno para evitar la extensión del virus fue prohibir el transporte de animales en todo el país y suspender las exportaciones de ganado y productos animales. Hasta ahora, se habían sacrificado alrededor de 120 vacas, tanto de la granja afectada como de otras próximas como medida de precaución. La aftosa es una enfermedad viral muy contagiosa para los animales que se caracteriza por la formación de ulceraciones en los morros y las pezuñas, pero que no supone un peligro para la salud pública.
Como parte del dispositivo de prevención, el Gobierno ha movilizado además equipos de vacunación en el área afectada y ha ordenado 300.000 dosis de vacunas de esa variante específica. Se trata del primer brote de fiebre aftosa en el Reino Unido desde la epidemia del 2001, que obligó al sacrificio de entre 6,5 y 10 millones de cabezas de ganado y generó unas pérdidas de unos 8.500 millones de libras (unos 12.500 millones de euros).
0 comentarios