Un juez australiano declara ilegal la caza de ballenas en la Antártida
según la sentencia, supone una violación de la Ley de Conservación de la Biodiversidad y Protección del Medioambiente de Australia y de no poner freno a su actividad, Kyodo Senpaku Kaisha seguirá esquilmando las poblaciones de cetáceos de la región, ha agregado Allsop.
No obstante, el juez ha precisado que los autores del delito no pueden ser arrestados si no entran dentro del territorio australiano, por lo que es esencial que Camberra obtenga la jurisdicción sobre el santuario marino de la Antártida.
El fallo insta al Gobierno australiano a exigir a Japón que deje de cazar ballenas en la zona, pero el mandato sólo podrá ser aplicado si Australia asume las competencias legales sobre la reserva, creada en 2000 y todavía no reconocida por Tokio.
Japón ha afirmado hoy que la zona donde faena su flota ballenera está bajo jurisdicción internacional, por lo que las decisiones de los jueces australianos al respecto no son vinculantes. Un portavoz de Greenpeace en Japón ha respondido que la zona en la que faena la flota ballenera japonesa es "responsabilidad de todos los gobiernos" y no solo de Australia.
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